No es ningún secreto que a lo largo de los últimos años la artista de ascendencia portorriqueña se ha involucrado a fondo en la recaudación de fondos para costear la reconstrucción de la isla tras los devastadores efectos de los huracanes Irma y María y ha denunciado la falta de apoyo federal a la hora de reparar las infraestructuras básicas.
En otro momento del número musical, Emme, la hija de JLo salió al escenario para cantar junto a su madre acompañada de otros niños, que aparecieron ante las cámaras sentados bajo unas estructuras formadas por barras luminosas que se han interpretado como una referencia a la política sobre la inmigración ilegal de la administración Trump y a la práctica habitual de separar a los niños de sus padres cuando son detenidos.
El representante de la cantante se ha negado a comentar si estaba tratando de mandar un mensaje a través de esa simbología, pero ella publicó un comunicado en el que viene a confirmar indirectamente que esa era su intención.
“Lo único que quiero es que mis niñas, y las pequeñas que me han acompañado sobre el escenario y desde cualquier lugar otro lugar mundo sepan cómo utilizar sus voces y sentirse orgullosas de todo lo que son. Nos sentimos muy orgullosos de reconocer que todos nosotros, juntos, somos lo que hacen que este país sea realmente grande”, afirmó en su cuenta de Instagram junto a un vídeo de los momentos previos al inicio de su actuación.